OPINANDA Sola en la oscuridad una puesta en escena de suspenso



 Sola en la oscuridad


Fui al “Centro teatral Manolo Fábregas 

TEATRO MEXICO 

el teatro más exitoso del país” y desde que me invitaron supuse que era un teatrote, pero no imaginé que sí, muy cercano a una sala de cine. La función fue una de suspenso, protagonizada por Kika Edgar en un papel de una mujer ciega de los años 70, por h’ay.

La Ciudad de México me ha dado muchas sorpresas, pero la emoción de hoy, fue una que no me esperaba, ya sabía que había teatro de este tipo “el de la ciudad” y aunque he querido ir a ver Mentiras el musical, no he tenido la oportunidad de interesarme por ningún otro número, porque quizá no estoy en la publicidad adecuada. Así que cuando me invitaron a ver esta puesta en escena dije sí sin pensarlo. 

Llegué con todo el feeling de estar por ver algo fuera de mis expectativas, para empezar porque creía que vería profesionales de la tv, que después de todo son actrices y actores, como las y los de otras propuestas; la diferencia está en este otro que va al teatro. 


Historia


Su argumento es de Frederick Knott un dramaturgo del siglo pasado conocido por sus tramas criminales. Aquí una que hace poco se acercó a este tipo de novelas ya estaba en una nube que era imposible desestimar, porque era casi como ir a ver lightyear aunque sin esperarlo. La diferencia más grande está en que la historia del astronauta era para peques y esta para aficionados al suspenso y la intriga. 

La trama giró entorno de una mujer ciega que fue víctima de unos malandros que a su vez fueron víctimas de un retorcido servidor público corrupto. ¡Buenísimo! Hasta aquí tienen una estrella porque me encantó el género de la función sumando la casual coincidencia de los desofortunados. Y es que no hubo intención en los criminales de aprovecharse de nadie, la situación fue escrita por el dramaturgo-todopoderoso y nadie tuvo ni quiso que las cosas fueran de esa manera. Lo único que hicieron los personajes fue seguir el curso de sus naturalezas. 


Personajes


Algo que me alarmaba de esta presentación, más bien porque me imaginaba una súper producción, que no lo fue, aunque sí tuvo mucho de mediana súper bien elaborada. Temía encontrar una conexión nula con los personajes, tenía miedo de que la complicidad de los teatros íntimos desapareciera. Y Es que es cosa de una proyección diferente, de un gusto por descubrir cosas diferentes, o sea yo no necesito ver las expresiones para saber la tristeza, yo no necesito ver el miedo marcado en las sienes. Pero es algo que muchas veces se busca, y que supongo perdí en la intimidad de un teatro provincial donde la emoción llega diferente, es un trabajo en equipo, las estrellas brillan sin un ego, que supongo sí existe pero no es notorio, sí existe pero es la intimidad de la intimidad, es un trabajo diferente, con estrategias diferentes. 

Sin embargo qué increíble desempeño de Kika Edgar en el Papel de Susy. Una mujer ciega, cargada de formas diversas para afrontar su cotidianidad, la vida con su marido y los incidentes que la tuvieron compungida la mayor parte del tiempo no escapaban a sus sentidos corporales e intelecto, que era una mezcla acida de sarcasmo.

A esto podemos sumarle las actuaciones que entorno suyo giraron, desde los criminales hasta sus aliados, se vieron en cada momento de tensión envueltos en un gusto tragicómico que ni por asomo se hubiera descubierto en la simple y llana lectura del guión. 

Su pareja, el culpable de todo el embrollo y más inocente que el Espíritu Santo, fue la apertura y el cierre necesario para completar la función, dejando en claro en todo momento que “Sola en la oscuridad” es una propuesta desventurada y el final feliz en realidad no puede disfrutarse como tal. Hay que salir pensando en la desgraciada que al final está como empezó: ciega.

Ante los malditos de los bribones tenemos al que fue mi favorito por ser una completa cucaracha, el Sargento Carlino. Buenísimo para nada, un real neurótico capaz de hacerse pasar por lo que no es “sargento” y a la vez tan desvergonzado en su cuidado ante la señora que no ve… no existe forma de lamentar nada. Lo disfruté mucho porque un acierto de la puesta en escena es mostrarlo tan contento de su libertad provisional, que casi puede una imaginarse que sí es hombre capaz de rendirse enamorado, algo que parece imposible cuando está en su papel críminal.

Su compañero del mencionado, Lenny Zundel interpretando a Mike Talman fue encantador desde el inicio, al punto que me atrevo a pensar que el actor lo es en su de por sí. Gracias a esto pude notar un esfuerzo en su interpretación, de todos los actores (incluyendo a la niña) es él quien me pareció preocupado, más bien, que me hizo preocuparme por los detalles gestuales. Pienso en la función que vi en Xalapa de una puesta en escena japonesa, que aunque fue un video de una obra, recuerdo lo marcado de sus poses. Bueno, esos cuerpos, fueron sus emociones en el actor, que por supuesto también me producía (y lo aplaudo) aquella risa cómplice ante sus aprietos al intentar engañar a la invidente. A él le doy media estrella, porque la otra mitad es para Gloria, que fue increíble en la manera de decir sus diálogos y con quien disfrute sus apariciones mas el tiempo que se tomaba para respirar, ¿qué?, la actriz se ve niña y controlar así la adrenalina para poder marcar hasta sus momentos veloces, me tenían encantada, al punto que tuve que hacer esfuerzos para que no se me cerrara la visión completa de la puesta por querer clavarme en lo que estaba haciendo. 

Luis Gatica o como mi madre lo llama “el de las cejas de Diablo”, es el peor de todos los personajes, sin él no hubiera historia, y aunque es un personaje que está más presente por sus incumbencia en el embrollo, sus apariciones son una cereza en un Muffin junto a los otros muffins que llevan glass, o chispas de colores, o un merengue turquesa que sabe a pastel de chocolate. No puedo hablar de su actuación porque me evidencio, tengo una venda en los ojos que me hace verlo tan encantador y profesional que me choca que sea tan perfecto porque creo que la ciega fui yo. OJO, No creo que sea un mal actor pero no solo es condenadamente carismático. Estoy convencida de su entrega, de la seriedad con la que toma el teatro y el esfuerzo enorme por considerar al público, pero entre él y el Sargento, quisiera descifrar en donde está el detalle del muffin, si la cereza me gusta o preferiría que fuera natural. 


Producción


Escenario impecable, luces con un trabajo de luces interno. La dirección quería que la mujer ciega nos descubriera cada detalle que no podía ver ella, pero sí nosotros en las butacas. Llegué a preguntarme cómo montaron el salón completo, porque así yo podría enmendar la toma de luz que no sirve en casa. 


Escenario


Una escenografía completa hecha para cada resquicio del escenario, incluyendo las partes elevadas y ocultadas por los bastidores. En esta parte también el movimiento de los actores y actrices fue puesto para que funcionaran como apoyo de los elementos a resaltar. Moviéndose y aprovechando los espacios para que pudieran hacer un sentido de complitud y no insignificante utilería visual. 


Conclusión


Una experiencia qué hay que probar, más que nada por el género. Estos cambios nos hacen contemplar de forma diferente las interacciones del entorno y las propuestas de montaje y representación de historias. Algo que el Diablo exhortó al publico al final era al respeto, este también se aprende yendo al teatro a ver funciones que nos descolocan, nos aburren o nos atemorizan, haciéndonos sacar el teléfono celular para calmar aquello que despierta en nosotres. No justifico a la señora que respondía un whatsapp o solo se hacia la misma viendo la hora, ni al señor que contestó el teléfono en medio de la presentación, pero estamos muy mal educados cuando no sabemos gestionar nuestras emociones, neta, vayan más al teatro y a comer taquitos. 

Dos estrellas.  

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