‘‘Cruzando Geografías es una puesta performática’’ ‘ora sí que echo de menos a Sun Tzu. Para salir victoriosos de una batalla hay que respetar al enemigo, tener estrategia y saber que el líder estará ahí guiándonos por el campo de esta. Y es que en el arte y en la guerra la vanguardia es parte importante de la conquista del territorio. Que bueno que fui sola al teatro, no me gustó nada. Aunque al final de la función hubo quien hasta vitoreo la propuesta.
Muy bien elaborada, supo utilizar los elementos técnicos y creativos de una manera chula. Es que dos proyectores yo los veo como un privilegio, pude haber estado en la misma función sin necesidad de mover tanto el pescuezo, pero hasta ahí no tuve inconveniente porque me estaba gustando como iba la introducción. La perspectiva siempre será un tema que consiga atraparme.
Hasta que llegamos a esa parte ‘‘tradicional’’ en la que el desarrollo de la función se lleva bajo los límites de una escenario. Se levanta la ultima pantalla donde se proyectaba aquella película donde en un árbol hay una mujer y una barda es saltada por un chingo de personas, todos hombres. Ah, pero en la otra pantalla se desarrollaba la misma escena de lejos, con enfoques al cielo y con saltos a otra grabación: esta era un ritual sufi, para los que no entiendan qué es clip aquí para ver un ejemplo.
ESCENARIO
Me encantó la cabeza del cuervo. Un pájaro, decía en los diálogos el actor principal. Pero en la tabla yo veía claramente a un cuervo. Todos sabemos que son negros con reflejos azules o rojizos según la hora del día y su canto es más bien un graznido; suelen tener debilidad por los espantapájaros, como todos.
En el suelo el actor principal que estaba como meditando, mientras que al fondo se proyectaban dos imágenes constantes: una telaraña y la forma de las cortezas del árbol; me olvidaba, a esas imágenes de proyector se sumaba una tercera echa en vivo por un tercer elemento al margen: arcilla dando vueltas, otra referencia al ritual sufi, del que está basada esta puesta performática. Quieres ver giro sufi porque no sabes como es o solo porque te gusta aquí.
Se escucha (primero) el goteo del agua y luego siento que es fácilmente un sonido que puede producirse con la lengua. Me familiarizo, me gusta, me parece que va a empezar lo poético, de forma literal, los versos, las rimas. Nada, solo un montón de bla bla bla, sin ton ni son, no se parecía a nada, ni al chino, ni al balbuceo de nené alguno, mucho menos al árabe. Lengua cuna de Mevlana Rumi y de Farid Al Din Attar, de este último es ‘‘la conferencia de los pájaros’’ texto en el que está inspirado este montaje.
Pero en estos momentos todo tiene sentido. En aquel no, ahora sí. Y es que luego, con un atronador sonido, un grito y unas luces relampaguientas, los actores en escena se movieron. Eran dos. El principal y el de la cabeza de cuervo. El principal parecía ser de otro lugar: su tono de piel, el cabello plateado, los ojos negros, el acento; pasaba por árabe o podía serlo, otro punto a favor de la puesta, claramente inspirada en un proceso interior… no puedo sumarle puntos a un acercamiento espiritual que no se representó más que en la pantalla y que se quedó ahí y que se esfumó cuando se quitó la segunda pantalla.
Ahí, en el lugar de representación la apariencia destacaba la visión del Director. Sabía que quería que el horror cómico de su ave no fuera lo terrorífico, tenía al espantapájaros ideal para el trabajo sucio. Si algo estaría como la fuerza contraría a un avance espiritual, sería exaltado y visibilizado en el tendedero de la palabra. Así de rápido me di cuenta de que no habría versos, ni rimas, ni una exaltación de pasión espiritual. Sólo podía contentarme con el sonido fácilmente imitable de las gotas de agua del principio.
¿Han escuchado el termino basura visual? Bueno, cuando pienso en esas palabras, imagino que estoy en Tokio o en Nueva York: Los edificios están tan altos, y los espectaculares tan iluminados y no importa que sea la hora de las brujas, porque todo sigue brillando como si fueran las 9.30 y con anuncios tan variados como cercanos, casi jalándose los pelos o los cachetes, sonrientes y con lenguas para fuera como si fueran chiquillos, nunca falta el que llora porque no se aguanta, en basura visual caben todos.
Paro, paro. No pude mantener los ojos abiertos. La proyección me abrumó. El espacio de representación eran tan cálido, que el ruido de las palabras del actor principal, el movimiento frenético de sus ojos y que se proyectara en el fondo, con una claridad y cercanía tan bien planeada que no le daba en la cara a ninguno de los puestos en escena, me fastidiaba como si fuera a mí a quien le estaba dando la proyección en la jeta. Tuve que cerrar los ojos.
Mentiría si dijera que no tuve antojo de salir de la función pero estaba del otro lado de la puerta.
DIÁLOGO
Este fue interpretado por el actor principal. Su voz empleó diferentes matices. En un principio era un exigente, un acusador; hasta que la voz del pájaro pudo ganarse su atención, al punto de que en la despedida, el primero no quería que el cuervo se esfumara.
Los topic fueron: Cogito Ergo Sum,
Satis quid sufficent
Quondam
Novi hominem tanquamte
Volverse frenético y lunático
EXPERIENCIA
Justo en el día, durante las conversaciones casuales, apareció la palabra ansiedad. Hace mucho que no la topaba, no porque le tenga miedo, o no la reconozca, sólo es que no me gusta. Intento estar tranquila en su presencia, o hacerla sentir cómoda. Pero me gasta las pilas su realidad. Siento como dice Hermione Granger, que temerle al nombre es solo agrandar al hombre, pero no soy ella, you kwon i’m trying say…
Por otro lado, me decepcionó la función. Cuando vi las promocionales, me pareció que sería algo experimental, posmoderno, lo que tiene suficientes puntos para mencionarlos. Lo que no esperaba era un thriller sicológico con final feliz. Abrumada por la representación no esperaba tal, menos al conocer el empuje emocional que inspiró la función.
Una especie de buscador, en palabras de N.K. Jemisin en su ultima novela corta: un viajero que descubre la mentira creada por sus ancestros; sólo que con final feliz para los bastardos ancestros. Expuesto de esta manera parece que tienen sentido los vitores del final.
Aunque me queda trabajo para atinarle al título. En lo basto de lo subjetivo creo que no es literal, aunque hayan guiños que invitan a creer que todo puede referirse al lejano Medio Oriente. Total todos somos un basto mundo lleno de fronteras, límites y soles a punto de ocultarse, todos al mismo tiempo, como en el Anochecer de Asimov, y bueno, nadie sabe qué pasa, aunque la ciencia tenga respuestas, por algo Babel se fue al cuerno.
A lo mejor ‘‘Cruzando Geografías’’ es la historía de los victoriosos, de los ancestros que nos advierten que ahí a la tierra a la que uno está yendo todo es muerte y destrucción.
Comentarios
Publicar un comentario