Puede ser el oponente cualquiera. Pero cuidado y sea un pupilo, un hermano renegado, una persona a la que le has salvado la vida, porque entonces, tienes la responsabilidad de cargar el peso. No seas la persona que esperan que seas, no rindas más cuentas, que a ti mismo.
2022 es en México el año de Flores Magon. Un revolucionario que luchaba por los derechos de los trabajadores. Cerca de esos años, hace un siglo y poco más, en Rusia había un movimiento contrarrevolucionario, pero antes hay historia, porque nadie es sin antes haber sido. Para que esto no quede en la abstracción literaria, me refiero a que incluso en la imaginación del imaginante, hay un antes. Cuando uno es tal, la suerte está en descubrirlo, cuando no lo es, está en ignorarla o como se dice por ahí en conjeturarla. Ahora tengo una amiga en Facebook que le ha puesto palabras a unas emociones que al respecto traigo:
Y aunque abrió un nueva panorama, pues debo admitir que nunca había cuestionado la participación de la mujer en estas pasadas revueltas y levantamientos, también me hace preguntarme si en realidad esta opinión no estará siendo demasiado optimista y hasta negligente. Porque yo no sé si ustedes sepan quien fue Rosa Luxemburgo, pero muero por encontrarme un título en donde encontrarme el término ‘‘Luxemburguista’’. Sería una forma de avivar más mi llama que quiere quemarlo todo, que quiere hacer cenizas su ‘‘no son las formas’’.
Si Trotsky viviera en su tumba se revolviera. Y Magón, y Luxemburgo. Quiero decir, en Octumbre, en Noviembre, los asaltos revolucionarios eran un general englomerado, la heterogeneidad es cosa del futuro, la necesidad de etiquetarlo todo y separarlo, como si la consigna dictadura del proletariado no abarcara muchos derechos, que Rosa Luxemburgo también estaba dispuesta a defender.
Pero creo que Putin debió avisarle a los Ucranianos que esta onda iba a dolerles. Y además debió escribir una carta en diferentes idiomas, para cada país, porque lo que es aquí en México, algunas personas se despiertan pensando ‘‘no he escrito nada sobre la guerra, qué tal que ya terminó’’ y otras que no bajan al presidente Ucraniano de gran lider, emprendedor e imperialista, término sin el que no se podría ser emprendedor 🤢
El chiste de las salamandras se cuenta solo. Vida me hará falta para esperar que los mundos posibles vengan a tierra. Y es que el autor checo, el praguence, me presentó un hecho: si la oportunidad no se le da a los tapaboys, si la oportunidad no se le da a Vandoch, la humanidad no peligraría. La humanidad que explota al más débil, al más necesitado, el que ve segmentaciones en todas partes, de genero de identidad, de luchas; aquella que tardó tanto en medio reconocer otro tipo de inteligencia.
Sin embargo continúo sin escribir con certeza sobre la actual guerra. Y es que me despierto desde hace unos días, increíblemente preocupada, por el fin de su enfrentamiento bélico, ahí donde palestina deja de verse hostigado por Israel, donde los motivos parecen más de entendimiento, como si existieran razones morales e históricas que nada tienen que ver con sus dealers armamentistas. Abro los ojos pensando ‘‘¿y si ya acabó?’’… Pero esto me preocupa más hondamente cuando pienso en Europa Oriental, porque lo que podría ser una nadería, estaría inflando de poder a potencias que no ponen ni la bandera de palestina ni la bandera de Israel entre sus decorados nocturnos, con los que muestran su afinidad y consideración a Ucrania, una víctima más del cocowash al que tanto le temían los trotskianos y las luxemburguistas.
Por otro lado, quizá como mexicanos, deberíamos replantearnos dejar de consumir aguacate.
Perdón por mi vena ligeramente sarcástica, juro que sale no más para no llorar.
Si Trotsky viviera en su tumba se revolviera. Y Magón, y Luxemburgo. Quiero decir, en Octumbre, en Noviembre, los asaltos revolucionarios eran un general englomerado, la heterogeneidad es cosa del futuro, la necesidad de etiquetarlo todo y separarlo, como si la consigna dictadura del proletariado no abarcara muchos derechos, que Rosa Luxemburgo también estaba dispuesta a defender.
Pero creo que Putin debió avisarle a los Ucranianos que esta onda iba a dolerles. Y además debió escribir una carta en diferentes idiomas, para cada país, porque lo que es aquí en México, algunas personas se despiertan pensando ‘‘no he escrito nada sobre la guerra, qué tal que ya terminó’’ y otras que no bajan al presidente Ucraniano de gran lider, emprendedor e imperialista, término sin el que no se podría ser emprendedor 🤢
El chiste de las salamandras se cuenta solo. Vida me hará falta para esperar que los mundos posibles vengan a tierra. Y es que el autor checo, el praguence, me presentó un hecho: si la oportunidad no se le da a los tapaboys, si la oportunidad no se le da a Vandoch, la humanidad no peligraría. La humanidad que explota al más débil, al más necesitado, el que ve segmentaciones en todas partes, de genero de identidad, de luchas; aquella que tardó tanto en medio reconocer otro tipo de inteligencia.
Sin embargo continúo sin escribir con certeza sobre la actual guerra. Y es que me despierto desde hace unos días, increíblemente preocupada, por el fin de su enfrentamiento bélico, ahí donde palestina deja de verse hostigado por Israel, donde los motivos parecen más de entendimiento, como si existieran razones morales e históricas que nada tienen que ver con sus dealers armamentistas. Abro los ojos pensando ‘‘¿y si ya acabó?’’… Pero esto me preocupa más hondamente cuando pienso en Europa Oriental, porque lo que podría ser una nadería, estaría inflando de poder a potencias que no ponen ni la bandera de palestina ni la bandera de Israel entre sus decorados nocturnos, con los que muestran su afinidad y consideración a Ucrania, una víctima más del cocowash al que tanto le temían los trotskianos y las luxemburguistas.
Por otro lado, quizá como mexicanos, deberíamos replantearnos dejar de consumir aguacate.
Perdón por mi vena ligeramente sarcástica, juro que sale no más para no llorar.
Comentarios
Publicar un comentario