OPINANDA FJD #1

 Festival de la joven dramaturgia 

Día uno


El 20 Festival de la joven dramaturgia es un evento que se protagoniza en la ciudad de Querétaro, aquí en México. Por medio de las redes más de un año pasó ante mis ojos, sin que yo pudiera aplicar o aplicarme para asistir, porque ahí donde hay teatro, es casi como una llamada para que esta caricaturista itinerante aproveche la ocasión y se lance. Pretexto, qué fascinante palabra.

Así que no me explico porque fue hasta el año pasado que me dejé hechizar y hasta éste que entendí el valor de lo literario, que casi me lo pierdo, que decidí olvidar los grilletes y lanzarme una vez más para poner en praxis mi opinión. 

El enigma de este festival estiva en la dramaturgia, en el acercamiento casi olvidado al texto, aquello que en un principio fue el centro de la puesta en escena. Uh, hablar del texto dramático y sus formas sería meternos en una camisa de once varas, que con gusto me pongo, pero que sin duda llevaría más tiempo y quisiera poder publicar mi opinión sin que se vuelva noticia de un ayer muy lejano. Así que de forma breve presentaré mis impresiones de lo que se vivió el primer día de este encuentro. 


La primera lectura dramatizada fue premiada en el Manuel Herrera de Dramaturgia en el 2020 y es del joven dramaturgo Imanol Martínez Gonzales. “La herida del territorio”.


Sin duda la presentación de un primer boceto de lo que sería una puesta en escena es mágico por los siguientes aspectos:

Es una lectura dramatizada

Se permitió el juego de prueba y error con signos que acercaron al espectador al texto.



No hay que olvidar y esto queda claro en estas fotos, que una puesta en escena es un trabajo no sólo actoral, hay muchos otros participantes que hacen que este frankenstein cobre vida, esto quiere decir que se necesita tiempo y presupuesto para que el trabajo que se ofrece al público, pueda transportarlos de esta gris realidad a aquella, que no siempre es feliz, como en el primer ejemplo y como en el segundo, una dramaturgia también premiada en el mismo certamen que el anterior y aún en tiempos de excepción “casting para un hermano” de Ulises Soto. Antes de pasar a lo siguiente, esta dramaturgia sí parece tener happy ending pero no, en realidad no lo es. 











Voy a ofrecer una sencilla comparación de ambas dramaturgias con el talento sheaksperiano. Los versos del ingles, reflejan un paisaje casi de la tierra media, lo que para la época era muy cercano a lo que conocemos como medieval. 

Los textos de Luis Enrique, quien fue homenajeado en esta edición del fjd, son como una pintura de este Francisco Toledo, y RIP. En español, y parafraseando a Manuel Laredo: nadie podría escribir mejor sobre temas obscenos. No pongo en duda que de 20 años para acá y en el siglo pasado, México y casi todo América latina sea víctima de esta violencia, que las obras seleccionadas para abrir el FJD también retratan con un ingenio fresco como la lechuga. 









En la segunda lectura dramatizada, me fue muy difícil encontrar el hilo conductor de coherencia. Para empezar no tuve los signos que la primera lectura dramatizada me presentó. Y sin embargo, los actores intentaron muy hardcore entrar en sus personajes. Tampoco sé si bajo la luz de mis ojos pueda vincularme a esta dramaturgia, aunque he oído buenos comentarios de bocas admiradas. Opino que las peleas infantiles tienen una gran carga de carácter trágico y mucho de la atmósfera en la que se desempeña, las reacciones no son limitadas, se va del enojo al miedo a la rabia y la desesperación. 


De este primer día, esta es mi reacción





Aunque tengo que agregar qué para las de este segundo día, aplicaré las tres estrellas, entendiendo que estas lecturas dramatizadas están siendo únicas en su clase. 


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