FJD 3
Obras del día 3 del Festival de la Joven Dramaturgia (19’8’22). Opinión de las lecturas dramatizadas: Los hogares muertos, Fisura y Wilma. Favor de pensar en la respuesta a Sor Filotea de la Cruz, si tiene mayor intimidad con la autora siéntase libre de sentir.
Los hogares muertos de Allure Spinoza
Lectura dramatizada que tiene como propósito dejar en claro qué hay responsables, que existe en el pacto familiar una culpa y quienes deciden cargar con ella como un estandarte.
Tres personajes en escena con un parentesco familiar. Además fueron tres mujeres con ideas reacias y opiniones propias. Roja Ibarra estuvo en la dirección.Las tres vestían de negro y aunque eran tías y sobrina todas eran una, a lo mejor por eso en el casting no se buscó actrices que pudieran diferenciarse un poco más en sus edades. De hecho de haberlo querido lo hubieran marcado con ellas, pero creo que se buscaba un poco la sensualidad prohibida de las mujeres y acentuarlas en este aspecto.
Me había conformado con marcarlas con una estrella, pero la verdad es que el té y las galletitas merecen otra, al tener ese montaje que a veces parecía transportarlas a tierras medias, haciéndolas terribles como presagios o bellas como hadas punks. Y ese plus de historia que tienen los chismes, ese hablar de otra persona porque hay algo que hacer con nuestros prejuicios y a quizá nunca descubramos qué, otra más.
Físura o de como se desa(r)ma la madera de Guly Miller
Esta fue una lectura dramatizada de amor, de búsqueda de amor. tipo noveleta de verano, esa que te llevas a la playa, tipo shanté de chimal, esa de Daisy Miller. Dadá, la actriz, estuvo en el laboratorio del espectador y compartir con ella y escucharla, me sugiere porqué en esta lectura dramatizada se pudo sentir su energía tan de violín blanco. Esta que primero estalla en ondas, luego estas ondas van ondulando en picos hasta alcanzarnos de manera fatídica. Los espectadores deshechos. Se notaba que a ella le estaba costando un montón, como que tenía ahí una resistencia al personaje, que resultó visible y traducible al descontento de la mujer objeto que desea dejar de serlo.
Pero Kali Cano llevó la experiencia en el escenario a un nivel que rayaba en lo lindo. El espacio que necesitó fue reducido y la decoración modesta y cute, para hacer clic en la niña que llevamos dentro. Incluso el movimiento de la actriz, su transcurrir por el escenario, me pareció una acción simbólica los sueños, las pesadillas, la salida, ahí donde no hay nada, ni siquiera violencia, la primera salida.
Y para cerrar, retomando el mundo de los monstruos. Guly Miller tuvo el tino de suplirlos, de cambiarnos de posición: no buscamos un monstruo a fuera, todo está en una misma y yo-nosotras, esta mujer que desama la madera quiero dejar de ser un objeto. Sí que se la m#%/(a=)(/&%#”!a”%m12357o
Wilma de Itzhel Razo
Esta lectura dramatizada fue un mapa textual aka puesta en escena y no me gustó nada. De manera objetiva no me gustó. Propuesta muy fuerte y muy autobiográfica, no se cuido la distancia que permitiera a esta espectadora sentirse atraída por la obra, pues incluso la risa me sentaba mal y ya se sabe que que mujer que habla latín debe saber reírse. Incluso Chimal dice “Toda obra es autobiográfica, por supuesto, pero casi siempre lo es de modo misterioso” Alberto Chimal 2013-15 de febrero.
Pero Itzhel es quien responde a Sor Filotea, me consta.
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