BIKINI REQUIEM IN PACEM
De Fernanda Bada
Dirección Ingrid Cebada
Este función se presenta hasta el 13 de Noviembre en el Teatro Benito Juárez. Está por Reforma, cerca de la zona rosa y entre el monumento a la revolución, el teatro ya lo conocía, me parece haber visto una función de la MNT que se realizó, creo fue la 38 sino mal recuerdo. Y no me hubiera enterado de la función si no fuera por que una de las actrices compartió la información por su cuenta de instagram.
Tengo que agregar que a ella la conocí como dramaturga, con una lectura dramatizada suya que vi en Querétaro, durante el festival de la joven dramaturgia. Desde ahí ya creía que no era actriz, pero esto tiene que ver con mi percepción atrofiada por las drogas, supongo, porque ella es alta de un cuerpo bonito y un carisma que sí, cumple con varios requisitos para verla en escena e imaginarla incluso en pantalla grande.
Así llegué el domingo con un descuento del 50% a su función. Un boleto de 150… la verdad es que para la calidad de la presentación, vale la pena cada centavo del acceso. He pagado por espectáculos de menor calidad, y no es queja, pero creo que viene siendo hora de hablar del valor de lo que consumimos. Y esto no quiere decir Mony mony mony.
HISTORIA
Se muere la matriarca de una familia y con eso deja huérfanos a adultos transtornados por la vida. La madre que parece haber desaparecido de la vida como la conocemos es capaz de comunicarse de una forma paranormal con sus hijos. Y al final es por el desarrollo de esa tecnológica de ultratumba que tiene principio y fin la aventura de esta familia. Si no hubiera terminado en el momento de encontrar el cadaver; nada de novelescas policiales, aquí no se intenta averiguar quién mató a la anciana, más bien y gracias al mechón telefónico es que se conoce el deseo de la occisa: usar el bikini rojo en la playa.
PERSONAJES
Tenemos en primer lugar al hijo más apegado a su madre, y quién pareciera ser el más dañado del núcleo familiar por su extraña condición canina. La actuación de Pablo Iván Viveros estuvo de no creer, era a tiempo perro, ladraba gruñía y andaba sobre sus extremidades. Además como el hijo más cercano a la difunta, era en quién más se podía confiar cuando de temas relacionados a ésta se traba.
Las otras dos hijas, la mayor y la menor, interpretadas con Abigail Pulido y Estefanía Norato, nos presentaron más que a su madre, las consecuencias de su amor. No creo que el tema fuera la señora, sino ellas como distancias y responsabilidad, presentando así una especie de dualidad que se complementaba, no por ser diferentes, sino por tener conciliación con la existencia del hijo-perro.
En sus respectivas representaciones se disfrutó la escena, incluso tengo la impresión de seguir contemplándolas, cuando la acción se desarrollaba en otro punto del escenario. Porque la función tuvo mucho de ese juego, donde la acción principal nunca abordaba sola el escenario.
Emmanuel Lapin y Ricardo Rodríguez completaban el descabellado cuadro familiar. El primero como hija de la hermana menor, sí, un hombre interpretó a una señorita adolescente con dudas existenciales sobre la sexualidad y el deseo; un guiño profundo a la sátira que la función significaba, porque eso eran los temas que abordaban, eran crudos, difíciles y reales. Pero al mismo tiempo cercanos, quizá no parezca obvio pero la desigualdad nos hace dar por sentado mucho de lo que tenemos, como si fuéramos dignos merecedores de recibir sin dar nada a cambio. Yuko San lo dijo primero “todo tiene un precio” y la libertad de esta familia estaba en cumplir la ultima voluntad de su madre muerta.
Todos formaban un cuadro de lo más chillón en lo pintorezco. Eran verdades precarizadas, injusticia desde la muerta hasta el desinterés y falta de querer.
CONCLUSIÓN
Creo que no he puesto estrellas, y la neta el hecho de que haya sido armado como un rallity 90tero le da todas las estrellas existentes. Pero sería injusto, no aceptar que las actuaciónes y la historia también tuvieron su impacto. Y aunque estuvo muy chido el juego escenográfico que presentaron no terminó de ser de mi agrado, y culpo a las puertas de los costados, estas le cuestan una estrella y deja la función de BIKINI RIP con dos estrellotas.
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