Desde que empezó el año hace mes y medio no voy al teatro. Bueno, no iba, porque ayer fue el segundo show de la breve temporada de “Bravas Muchachas” producción de Corriendo con Lobas-Experiencia escénica.
Y fui porque me estaba deshidratando de teatro
HISTORIA
BRAVAS MUCHACHAS es el mejor título del mundo para dejar a cuatros personajes históricos contarnos un poco de lo que fue Yucatán a principios del siglo XX. Lo que fue para nosotras las muchachas que deseaban aprender de arte, ciencia y deporte; así como la juventud y la política que fue injustamente castigada con muerte y persecución. Obviamente hay delgadas líneas entre ser mujer y ser indio, pero así como el inicio del movimiento negro en los Yunaites, la mujer y el indio eran inferiores para el hombre blanco y hay un pequeño guiño a esa sorora-fraternalidad que me hizo asentir ferviente durante la función
(Acá la primera estrella).
PERSONAJES
Cuatro mujeres yucatecas Beatriz, Raquel, Elvia y Rosa. Primera mujer en ser elegida para un puesto popular en la península, otra gran activista por los derechos de las mujeres y una política tan capaz como su hermano; otra fue maestra asta su muerte, algo que podías ser en aquel tiempo eran dos cosas: esposa o maestra, y es una suerte hacer las cosas con pasión, curiosidad y cuidado, además Raquel Dzib Cícero también formó parte activa del partido socialista del sureste cuando aún no se nos concedía el voto por subestimar nuestra inteligencia; y la última por nombrar fue amiga de Elvia y juntas fundaron la liga feminista, además de instruirnos sobre el significado del acoso y presentarnos a Salvador Alvarado…
Las interpretaciones fueron joviales en el sentido que a lo mejor cierto rigor que no es el de los muertos, podría traducirlo en una mejor atención. No me quiero adelantar mencionando que fue un recorrido, pero menciono que la fuerza actoral tal vez se vio afectada por el escenario o la libertad con la que este se vuelve multifacético. Quizá tenga que ver el tiempo y lo inmediato, algo como la recuperación de las pausas y ese tesoro de la contemplación, que sí estuvo presente pero no uniforme, si fue una estrategia no me gustó nada, me hubiera encantado que fuera regla puntual.
Aquí va la razón: el personaje de Beatriz interáctuaba en movimiento lo que está bien cuando se es muy trágico o muy divertido porque logra capturar la atención de todo el grupo en movimiento. En este caso le doy una estrella a la función, porque ciertamente fue muy chistoso el momento en que íbamos a que nos presentara a un señor gobernador no sólo por el diálogo, sino también por la pícara chispa de las interpretaciones compañeras.
Otro momento clave de estas pausas fue cuando la tragedia venía al encuentro, al inicio y al final, se pasaba ese duelo con un tiempo necesario que considero en la alegría también debió tener un papel sino se trataba de algo picante sino más bien dulce. Y les dejo la foto, que solita habla.
Del trabajo individual de las actrices no puedo discutir mucho porque me gustó sobremanera su trabajo en conjunto, pero las he visto antes y espero poder hablar de ellas en propuestas independientes.
ESCENARIO
Fue un recorrido escénico. Aquí en Mérida Yucatán he visto algunos, entre las producciones de Corriendo con Lobas y MakinaDT y espero que continúe por este camino de calle al teatro. El gran pro de este espectáculo es que vuelve cercana la diversión y el esparcimiento sano. ¡O-sea de verdad hay gente que no va al teatro y que mal! Y el punto en contra no existe, se acabo.
Pero regresando a BRAVAS MUCHACHAS la documentación que nos encamina por lugares que privilegian la historia de las mujeres que nos antecedieron es una joya, pasar por un lugar y pensar en que por ahí ocurrió algo importante subió de nivel al arriesgarse a decir: bueno, ya saben que los edificios cuentan historias, ahora vamos hacer que este El Parque de las Américas nos cuente a nosotras. Aquí va otra estrellita, la tercera.
CONCLUSIÓN
Mi ciudad natal es cuna de comedia regional y esto complica bastante cualquier intento desafanado por entrarnos en la vena divirtitis y creo que esta función tuvo intención de esto, no como comedia, sino como el relato de los sucesos que nos pasan a nosotras y del cual no nos verán llorar, mejor antes nos reímos porque total ya locas nos dijeron. Si tuviera que etiquetar el género sería histórico, aunque esto suene muy propio pq además es cierto, ellas no sólo vivieron sino que albergaron esa inquietud por un mejor lugar llamado Tierra, donde también somos humanas.
Y por cierto, BRAVAS MUCHACHAS fue escrita por Sol Ochoa, quién participó en el anterior Festival de Joven Dramaturgia queretano con Cetácea, esa chulada de lectura dramática que está por ahí abajo en el blog, por si quieren enterarse y darse más luz de lo chido que viene escribiendo sobre ser mujer, amiga e historia.
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