Kabúnker
Dramaturgia de Juan Esteban Chávez
Dirección de Aleé Sánchez
Elenco
Dick es Juan Ramón Góngora
Larvas por Michelle Arrébola, Ariadna Alexia y Momus Andrógino
Esta puesta en escena es surrealista, y juega con una retórica un tanto grotesca perteneciente al género del esperpento. Pero sin saber esto, con leer la sinopsis puedes descubrir que es una propuesta onírica con lindes pesadillezcos.
Historia
Un hombre atrapado en un lugar del que no puede escapar, en el que su único contacto con el mundo es el teléfono y por el que solo se comunica con quien cree es la culpable de sus infortunios pues tiene su dinero y a su amado corcel, ambos tesoros lejos de su posesión. Es este encierro el que lo tiene en condiciones precarias e ilumina desde el principio su nefasta forma de ser.
Sin que Dick sepa el momento exacto comienza una degradación de su entereza mental, que se materializa cuando descubre que mientras el dormía, tres peculiares inquilinos han comenzado a hacerle compañía en primeros términos para hurtarle y después para atravesar con él diferentes aventuras, que van desde la navegación, hasta las memorias de sus días dorados como gobernante; así como su inevitable posición de espectador en la más temible de las pesadillas.
Interpretación
Aunque podría parecer que el protagonista es Dick, pues es en su persona en quién ocurre toda la peripecia argumentativa, las larvas tienen un lugar de coprotagonizmo tan fuerte, que llegamos a olvidarnos de quién llevara el papel principal para observar la sátira interpretativa de los hacedores de su desgracia, lo cual me parece una forma magnífica de tener nuestra atención, y por lo que opino merecen una estrella, ya que en la vida -y pongo de ejemplo a Netanyahu -las fechorías quitan protagonismo a las reales mentes criminales.
Dick interpretado por Juan Ramón Góngora es difícil de creer, en un principio, cuando lo vemos dirigirse a Dios en sus oraciones, cuando interactúa en una llamada por teléfono, al creerse víctima de un encierro; es insostenible, si vileza simplemente no aparece (algo diferente si hablamos de su interpretación es momentos de “humanidad”, por ejemplo cuando nos habla de su caballo). verlo satírico y malo no se logró. La puesta en escena permitía una transformación que no sucedió en él, pese a que a la charla posterior quedó claro que conocía la forma de ser de su personaje. Un pro, a lo largo de la obra y por lo que no le quito la estrella otorgada al principio, es que los demagogos son así: encantadores; sin embargo creo que la fuerza requerida para desconfigurarse incluso en sus momentos de locura no fueron sólo cosa suya sino algo muy flojo de la dramaturgia. Esperaría ver al hijo de puta más realizado, mejor realizado.
Las Larvas por otro lado son un placer visual que se ensancha con la corporeidad y los diálogos. Estas interpretaciones de Michelle Arrébola, Ariadna Alexia y Momus Andrógino, no fueron buenas fueron lo que le sigue. Locos como caricaturas, safados como desquiciados, un juego encantador de interpretación que, a lo mejor, fueron el talón de la interpretación del villano en castigo kármico. Sacaron su interpretación no más visceral, sino bien elaborada, al punto que las partes que no me gustaron, fueron pensadas para que produjeran eso… y es que puedo decir que esperaba una morbosidad más elevada, pero en su trabajo -y lo sé por la charla posterior -ellos se inspiraron en momentos de su vida y son jóvenes aún, por lo que no sé qué tanto agradecer esto jaja. Las larvas en mi opinion, por presentar una maldad tierna, tienen otra estrella.
Vestuario
Las larvas fueron vestidas con arapos y daban la impresión de estar vendadas, el rostro entre pálido y amoratado, eran una especie de momias a lo Mary Shelly.
Para Dick no tuvieron el mismo ingenio.
Escenografia e iluminación
Preciosa. Extraña. Sencilla. Enigmática. BIEN PENSADA VISUALMENTE. Adaptada por completo a la idea escatológica de la presentación, y la sencillez fue parte de la real precariedad con que se vive un encierro, lleno de momentos que permiten la reformulación del espacio con el material dado.
Conclusión
Es difícil no pensar en un demagogo actual, pues los ejemplos actuales de los gobernantes no suenan tanto, pero ahí está el del Salvador. La contraparte es el argentino, que se presenta como un total destructor de la democracia, con su máscara de libertario.
Y en la historia de México, en Netflix, se encuentra fácilmente una cara amigable de villanos de los 90’s como si de Xmen se tratara y muy encontra estoy de este maquillaje. Sin embargo, creo que el ejemplo de esta inmediatez fue lo que llevó en primeros términos, a la creación del personaje principal, pero no es esto caer en las mismas narrativas? No me quiero clavar en este punto, cuando es clara en toda la función la exhibición de la historia política, históricamente sabemos como son los de esa clase. Entonces me pregunto si en realidad la función no trató del deseo nuestro de justicia, aunque la puerta sea un retrete.
Una función por demás divertida. No se pierde el tiempo al irla a ver y se refuerzan realidades que muchas veces es fácil soslayar. Además tiene formas adecuadas para con el espectador, es actual y muy fresca. Se merece las dos estrellas.
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