Este tercer día del festival internacional de payasas VABIEKA FEST giró en torno a ser Payasas. El significado de la nariz roja en un cuerpo femenino. Lo que representa la identidad femenina y la historia propia que lo etiqueta, su vivencia de cuerpo femenino con historia, con un país, con vínculos que la relacionan con su exterior y como se traduce esto al ponerse la máscara de payasa: esa nariz roja. Más la necesidad de llegar a ser disruptivas, de hablar de temas fuertes que producen la risa y conseguir la introspección del espectador el ¿de qué te ríes?
Proyección documental “Profesión: Payasa. Genealogía de payasas colombianas” de la Dra. Catalina del Castillo.
Es un documental imperdible y a la primera oportunidad se debe ver. Es sobre payasas colombianas. Una respuesta al imberbe “en Colombia no hay payasas”. Es una lista larga de mujeres que se presentaron en el documental para hablar de la experiencia de ser una artista payasa.
Mujeres grandes, señoras, jóvenes muy jóvenes, maternidades. Artistas de escuela y de calle, porque a veces la vida te empuja a lugares inesperados, como salas de hospital o escenarios parisinos.
La conversación gira en torno a la identidad individual que busca la reacción del público, provocar la risa y la reflexión; pero también es un ejercicio de imaginación —no sólo para contar sus historias, sino, en la misma medida, para diseñar estrategias de difusión, de gestión, de acompañamiento, de cuidados —… en los que su proyección tiene que ver, primero con reconocer la existencia de la payasa y todas las aristas que atraviesan este arquetipo, saliendo así de “la payasita”, que es diminutivo adultocentrista como si fuera una niñería… entonces atreverse a representar historias (aunque lo Woke esté de moda, como los neonazis,la ultraderecha, el anarcocapitalismo y el despojo inmoviliario).
Varieté ¡Somos diversas!
Paula Malik
Cynthia Cynchiste
Julia Tello
Hilary Chaplin
Presentación Diana Bolaño y Luisa Prias
En la Varieté nos encontramos con un show del que quiero hablar poco a poco. Comenzando por las presentadoras, dos payasas diversas, divertidas, disidentes, detractoras de sistemas. Ellas nos llevaron a través de las presentaciones de dos payasas, una comediante de stand up y un una actriz de comedia física. Una puede pensar que hablar en náhuatl es fácil, que lo único que hay que hacer es ponerle TL al final de cada palabra y listo, pero me gustaría ver que alguien lo haga arriba de una tarima y con acento colombiano… o sea que estas bromas se pueden considerar rescatistas del lenguaje indígena.
Mme çava es una payasa con todo el aspecto de la extreñaza, eso que hace tan lejana la indigencia para el que se detiene a observar; fue un impacto verla en escenario de manera propia, ya que pese a estar familiarizada con las payasas, sé que Paula Malik tiene otras interpretaciones. como diría Byung Chun-Hall, más prolijas y ni qué decir de su personalidad que no deja adivinar que exista Mme çava adentro de ella. Entonces hay una payasa en el escenario que propone incomodidad, y comienza a hacer malabares sencillos de manos a pies, sin palabras, apenas con unos gruñidos que nos hacen entender que cada parte superior e inferior de su cuerpo es autónoma.
Cynchiste fue invitada a la varieté, como innovación en el festival. No soy experta en stand up (ni en payasas), pero creo que cumplió su objetivo. Nos hizo reír, recordar que con la vejez viene el animal print y las chambritas (de perros, de cabezas adultas, de pies, de muñecos de porcelana) acompañado de un don multitask; además de esto otro que nos marca total diferencia al otro género ¡dialogar con tu útero!
Hilary Chaplin presentó un concierto al que llegó tarde, con señas de imaginar que, o estuvo detenida por la autoridad y escapó o, por un extraño fetiche sexual del que también tuvo que ausentarse por motivos más fuertes (la varieté). La pieza fue corta, contundente, interrumpida y terminada. Lo más veloz que he visto de comedia física pero fue un bocadito delicioso.
Conclusión
Si la inocencia nos permitiera todavía comunicarnos con nuestro cuerpo como con la naturaleza, simplemente no existirían conflictos en el congo ni en palestina, producto de la era de la imbecilidad, de la que aún podemos escapar. Es importante recordar que el teatro hecho por mujeres rescata la memoria ancestral y enseña formas nuevas de involucrarnos con lo que nos rodea desde una narrativa diferente, no es blanca, es una narrativa desde el Utopyin de LeGuin, es un discurso que extiende la invitación a hacer desde todo eso que es rechazado por el raciocinio por ser místico, tierno y femenino. Yo le pongo tres estrellas a todo lo involucrado en este día..
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